jueves, 3 de noviembre de 2011

Las evolución del paro es muy preocupante, pero no sólo en España.

Los desempleados, según las listas de paro  a octubre de 2011 ascienden a 4.360.926  .


El mes de octubre es segundo peor mes de la crisis, sólo superado por el octubre de 2008 cuándo la quiebra de Lehman  Brothers. En un mes, ha subido en 134.182 personas.
Con estas cifras de paro que tenemos es evidente que todos tenemos que estar preocupados, esta noche arranca la campaña electoral, y nadie va a dar una solución al problema del paro, porqué este sistema no la tiene. En los últimos 50 años, el sector servicios absorbía los trabajos perdidos en la agricultura y la fabricación. 
Alliance Capital hizo un estudio de las 20 mayores economías del mundo, en el período 1995-2002, se perdieron 31 millones de empleos manufactureros, mientras que la producción aumentó al 30 %. En España, la mayor empresa por capitalización y empleo, Telefónica, ha aprobado un ERE, recientemente que costea totalmente la compañía, para reducir su plantilla en 6500 puestos de trabajo y eso se supone que va aumentar la productividad de los empleados; los bonus de los directivos y los beneficios de los accionistas, por tanto de la compañía. Que ocurre, que de esos que tienen la suerte de tener empleo serán menos a repartir y las diferencias redistributivas serán mayores.
 Hemos llegado a un punto de no retorno, en el que el aumento de la productividad y ganancias está vinculado a la baja del empleo. Los políticos que nos gobiernan siguiendo a los economistas neoclásicos se empeñan en que la solución está en el crecimiento y por ahí se ha agotado. Podría ser más interesante repartir los trabajos existentes de forma conjunta con las rentas que de ellos se derivan, de modo que los horarios de trabajo se reduzcan y puedan trabajar más gente y al mismo tiempo esos -que ganan tanto- puedan gastar más y tener más ocio, reactivando un consumo que parados -sin rentas- no pueden hacerlo.

El principal problema es el paro de larga duración, el de aquellos que llevan más de un año desempleados. Si pensamos que se ha duplicado en España entre 2008 y 2010, hasta representar el 45% del total del desempleo. Pero en Estados Unidos se ha triplicado,  pasando del 10,5% de 2008 al 29% en 2010.
  Sólo Alemania ha conseguido reducir el paro de larga duración de manera considerable entre 2008 y 2010, desde el 52,6% al 47,4%, según datos difundidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de los registros de la OCDE.
   La media del paro de larga duración en la OCDE en 2010 fue del 32,4%, frente al 25,5% de 2008, razón por lo que la organización ha alertado a los gobiernos de la necesidad urgente de atajar el fuerte incremento que está experimentado este tipo de paro.
   Con todo en España nos encontramos con que no  es el país de la OCDE con más paro de larga duración, aunque la cifra sea considerable. El país con más paro de  larga duración es  Eslovaquia, donde casi seis de cada diez desempleados llevan más de un año en el paro. En Portugal y Hungría, más de la mitad de los parados lo son de larga duración, mientras que Irlanda, Bélgica, Italia, Alemania, Estonia, España, Grecia, República Checa, Eslovenia y Francia se mueven en porcentajes de entre el 40% y el 49%.
   Algo por encima de la media de la OCDE (32,4%) se encuentran Japón (37,6%), Suiza (34,3%) y Reino Unido (32,6%), mientras que entre el 22% y el 29% se encuentran Estados Unidos, Turquía, Países Bajos, Polonia, Austria, Finlandia e Israel.   También por encima de los dos dígitos se sitúan Dinamarca (19,1%), Australia (18,5%), Suecia (16,6%) y Canadá (12%). Las menores cifras de paro de larga duración dentro de la OCDE las registran Noruega (9,5%), Nueva Zelanda (9%), México (2,4%) y Corea (0,3%).

¿No se dan cuenta, nuestros dirigentes, de que estamos en un sistema obsoleto y que sólo un cambio innovador puede sacarnos del atolladero?