miércoles, 8 de febrero de 2012

La burbuja energética.

Para que la industria española sea competitiva a nivel internacional es muy importante desarrollar nuevas tecnologías pero también es vital contar con buenas infraestructuras y un sector energético nacional que permita unos precios de la energía sostenibles para que las empresas puedan tener garantías de que los costes de estos insumos se van a mantener en el tiempo y que pueden obtener margenes sin que impacten futuras oscilaciones de los precios en sus expectativas.


Todos los apuntes políticos sostienen como prioritaria la necesidad de una reforma que flexibilice el mercado laboral, personalmente creo que ya es muy flexible y que es más importante el consolidar una política energética, que permita a las empresas conocer un margen básico de referencia, para la presupuestación de sus actividades, sin tener que recurrir a complicadas formas de cobertura de ingeniería financiera que sólo está al alcance de unas pocas corporaciones.


LAS CIFRAS SON REPRESENTATIVAS.

Para fomentar la competitividad es necesario acometer la reforma del mercado eléctrico. La regulación existente ha potenciado un desequilibrio importante entre los costes que soportan los consumidores y los beneficios que recogen las empresas eléctricas, cómo en la burbuja financiera ocurre con los bancos.


La situación actual es intolerable, el déficit tarifario supera los 24.000 millones de euros, más que lo que vale en bolsa la segunda eléctrica –Endesa- en bolsa 16.400 millones de euros y más del 42% del valor de capitalización de las tres grandes empresas que cotizan en bolsa junto con la mencionada Endesa, Iberdrola y Gas natural, en la fecha unos 58.000 millones de euros. Los números son aterradores y dan idea de la precariedad del sector eléctrico español que depende virtualmente del reconocimiento de unos costes socializados, vía real decreto y también judicialmente.

Los consumidores han sido objeto de una subida de cerca del 80 % en el recibo de la luz entre 2004 y 2011, del que sólo se ha pagado el 60 % y eso en plena crisis. El resto debido a las eléctricas hace que el estado -o sea todos los contribuyentes- avale una deuda reconocida y que se puede totalizar, eso sí pagando un sobrecoste para los consumidores cercano a los 5.000 millones, según se comporten lo intereses y primas de riesgo devengados, en cada tramo titulizado.

El industrial sabe que las oscilaciones en el precio de la luz, el agua, los combustibles le pueden hacer más o menos competitivo en el mercado, con mayor relevancia que la propia mano de obra.

La industria no puede basar sus resultados, como hacen las entidades financieras en posiciones de contratos de deuda, futuros y derivados que ponen en peligro no sólo las finanzas y agotan la confianza de los inversores. La banca no debía trasladar a la industria, la burbuja que se tragó con las inmobiliarias.

Las empresas cotizadas, se unieron a la fiesta de -la exuberancia irracional- y ese es el momento en el que las grandes constructoras toman posiciones en el sector energético: Acciona en Endesa, Sacyr en Repsol, Acs en Unión Fenosa e Iberdrola; e inflan una nueva burbuja - la energética - el tema es que está burbuja reparte plusvalías a mansalva entre los operadores bursátiles y los colocadores financieros, opas de Enel y EON, toma de posiciones en iberdrola , repsol o gas natural,..., y convierte un sector estratégico para la economía nacional en un sector especulativo, dónde ahora están pillados muchos capitales con brutales minusvalías y que tienen atenazado el desarrollo normal de la industria española, pues no ven forma de recuperarse.

¿Puede recuperar Enel su inversión multimillonaria?, recordemos que pago sus "endesas" a 41 € y ahora ¿que valen?; y Sacyr a cómo compró Repsol Y Acs UF e Iberdrola. Lo grave y típico de España es que la burbuja inmobiliaria se trasladó al sector energético y este sector si es estratégico y si afecta a toda la economía y a la competitividad de nuestras empresas en el exterior. Por esta razón es y será mucho más difícil para España, salir de la crisis.

No hay comentarios: