miércoles, 8 de octubre de 2008

Crisis económica y directivos que cobran sueldos de escándalo.

La crisis económica del 2008.


La realidad es tozuda, el sistema está en quiebra y las cosas están muy tensas. Hay que volver a los análisis científicos y materialistas de la realidad de la estructura económica, para ver lo que está pasando.
La lucha de clases ha cambiado, pero no ha desaparecido y la estructura económica se realiza en base a las relaciones sociales existentes. El capitalismo, al volverse popular, ha dejado el poder en la mano de tecnócratas especuladores del corto plazo que se han convertido en las nuevas clases dominantes, lo directivos. Manejan a su antojo los sueldos millonarios sin vinculación alguna al rendimiento de las empresas que gobiernan, independientemente del control de los accionistas. Las indemnizaciones multimillonarias que cobran los ejecutivos que llevan las empresas a la quiebra y la sangría vía retribuciones descapitalizan a las empresas en el corto plazo mientras que presentan cuentas enmascaradas por las ingenierías financieras, que nadie es capaz de entender y que cuando realmente se analizan y se puede investigar, muestran necesarios concursos de acreedores, para repartirse las ruinas sin remedio material alguno. Los intangibles han sido sobrevalorados, las falsas provisiones, los derivados, las coberturas y demás instumentos financieros,disfrazan la realidad de la empresa mostrando resultados ilusorios en el corto plazo para abocar a quiebras en el largo.
Las clases dominantes han cambiado, Marx, ya podía ver que el capital no podía auto controlarse indefinidamente, y el paso ha sido el capitalismo popular, que . Los ejecutivos especuladores han llevado el sistema a esta crisis brutal,que podría, si somos optimistas, trasladarnos a una renovación social. Para que se dé esta renovación serán necesarias medidas drásticas de control de las remuneraciones de los dirigentes de las empresas y la exigencia de responsabilidades sobre sueldos cobrados a costa de los engaños y de las estafas producidas a accionistas y trabajadores que por otra parte, deben asumir y responder en sus obligaciones de control de las empresas de manera que participen coordinadamente y solidariamente, en función de sus intereses reales. Frente a los ejecutivos sin escrúpulos los accionistas y los trabajadores deben entenderse.
Actualmente las medidas que ponen en la palestra, los actuales dirigentes políticos, influenciados por la que se cree locomotora de la economía mundial, son "el caos", o "el capitalismo de Estado", esto hasta que en el mismísimo país de Disneylandia se piensa en nacionalizar la banca. Pero no son estás alternativas o las soluciones, ni siquiera serán pan para hoy. La sociedad tiene que curar sus heridas y tiene que resarcirse y no existe otra manera más que promover la justicia, buscando la responsabilidad de los dirigentes económicos que con estafas millonarias se han enriquecido y cobrando como retribuciones los frutos de sus fraudes, se permiten el lujo de vivir a cuerpo de rey, sin que existan fiscales que los demanden o causas por las que deban estar procesados.
No existe una solución al problema económico sin un cambio en las relaciones sociales. A final los tribunales, las leyes y las administraciones públicas o lo que es lo mismo el judicial el legislativo y el ejecutivo tendrán que forzar pasos, para que con cambios sociales, se sostengan las bases para generar la nueva estructura económica, con nuevas relaciones de poder. El pueblo, que está formado por ahorradores, accionistas, trabajadores y especialmente los votantes tienen mucho que decir y el derecho y la obligación de ser escuchados en un nuevo sistema.

Un ejemplo de empresario.


Arturo tiene una empresa dedicada a la elaboración de bebidas espirituosas. Cada mes, hace las cuentas y resulta que cuando finaliza los cálculos, las compras y los gastos son menores que los ingresos, por lo que entiende que su empresa va bien y detrae de su capital una cantidad importante de dividendos que le permiten vivir holgadamente, inclusive con ciertas comodidades. En las reuniones que tiene con el banco, que financia y gestiona gran parte de sus operaciones, no tiene problemas para descontar sus efectos y suele percibir puntualmente la liquidez necesaria para seguir gestionando su negocio, con la garantía que le da ser el propietario de sus inmuebles.
Uno de estos meses que se presentaba con la correspondiente remesa de efectos, el director del banco le comunica que las garantías que ofrecía, no son suficientes y que los inmuebles ya no tienen el valor que le habían otorgado en anteriores contratos de financiación, le comunican que debe aportar nuevas garantías y que si no lo hace no podrá percibir el descuento de efectos correspondiente. Sin darse cuenta Arturo se ha encontrado con que su negocio peligra porque no tiene la liquidez necesaria para satisfacer las deudas de los acreedores y éstos, ante la falta de pago, pretenden el posible concurso de acreedores. Arturo no puede detraer de su negocio cantidad alguna y consecuentemente tiene dificultades para hacer frente a los gastos estas Navidades, por lo que parte de sus parientes se quedaran sin los regalos habituales y la semana de vacaciones en la nieve tendrá que esperar a tiempos mejores.
¿Qué ha cambiado de la situación inicial en el negocio de Arturo?
¿Ha dejado de ser solvente, por el retraso en las fuentes de financiación de su empresa?
La economía real de Arturo no ha cambiado, pero si lo han hechos sus métodos de financiación, por lo que vemos a través de este sencillo ejemplo como pueden provocar el colapso del sistema económico las entidades financieras. Arturo va a otro banco y le pasa lo mismo, no consigue el descuento de sus efectos y tiene que pagar a sus empleados y acreedores a fin de mes.
¿Cuántos Arturos pueden estar afectados por esta situación en la economía española? Esperemos que pocos y que el año 2009 nos ayude a digerir esta irracionalidad financiera de los mercados que nos ha dejado, con recesión económica, paro, desconfianza y pocas esperanzas. Esperemos que cambien las cosas y Arturo pueda descontar sus letras como siempre lo venía haciendo.

Francisco Gonzalez presidente del BBVA y sus deshorbitantes retribuciones.

Aquí encontramos una de las razones que nos ha llevado a esta preocupante crisis. Mientras que un emprendedor como Arturo y otros muchos, trabajadores, empresarios y accionistas honestos en situaciones similares, tienen problemas para descontar sus letras y obtener créditos para seguir subsistiendo; los responsables de su situación, la nueva clase dominante del actual sistema de mercado, se enriquece percibiendo gratificantes recompensas por conducirnos a esta insostenible situación.
Son los mismos que controlan los consejos de administración de bancos, cajas de ahorro y grandes empresas, que se reparten entre ellos el pastel como les viene en gana, los máximos responsables de esta crisis, los que se siguen beneficiando de la existencia de la misma.
La cuestión está en que el capitalismo popular deja el dinero a los ejecutivos y se despreocupa de la gestión del mismo, con lo que estos directivos campan a sus anchas y gestiona todo este patrimonio para su lucro personal, la mayoría de las ocasiones con participaciones irrisorias en el capital de las empresas, si es que las tienen. Ellos hacen y deshacen en las mismas o distintas entidades, buscando el cumplimiento de ambiciosos intereses personales, y no el beneficio para todos los accionistas. De esta manera pueden existir presidentes y ejecutivos caraduras que están en el mismo lance, de permitirse cobrar bonus exuberantes e irracionales, cuando sus accionistas han perdido más del 55 % de su valor patrimonial en la cotización de bolsa en los últimos meses, lo que es para el común de los mortales, vergonzoso. http://www.elblogsalmon.com/2009/01/29-el-presidente-del-bbva-se-llevara-su-bonus-este-ano-tambien

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